La Cartuja de Ara Christi

Descripción:

Fieles al compromiso de Ciudadela con la sociedad valenciana, a finales de los noventa se adquirió La Cartuja de Ara Christi, un monasterio cartujo de España, perteneciente al municipio de El Puig, en la Comunidad Valenciana. Desde su adquisición, Ciudadela está realizando numerosos esfuerzos a nivel económico para la protección de este monumento declarado Bien de Interés Comunitario, procediendo a la rehabilitación y recuperación del monumento, Así mismo, se ha potenciado la Cartuja generando un complejo hostelero, deportivo y de ocio, y abriendo sus puertas al público en general gracias a la colaboración con el Ayuntamiento de El Puig, que ofrece visitas guiadas.
La Cartuja de Ara Christi, en El Puig, es la joya monumental de Grupo Ciudadela y uno de los monasterios más importantes de Valencia. La empresa adquirió este emblemático conjunto histórico en 1991, impulsando posteriormente una notable inversión en el inmueble y su entorno para su recuperación y rehabilitación. La Generalitat Valenciana declaró el conjunto como Bien de Interés Cultural en 1996 por su singular valor histórico y arquitectónico.

Este majestuoso monumento está situado entre el núcleo urbano de El Puig y la Sierra Calderona. Fue construido principalmente durante el siglo XVII y es uno de los patrimonios más característicos de la arquitectura religiosa valenciana del momento, con un importante componente ornamental, pleno de detalles.

Los orígenes de la Cartuja

Pero sus orígenes se remontan años antes. La Cartuja de Ara Christi, fundada en 1585*, es fruto de una larga historia para su construcción. Los primeros planos se realizan en 1620 y los trabajos acaban a finales del siglo XVIII. La abundante documentación conservada, permite que los historiadores hayan podido describir el proceso de edificación del monasterio, en cuya construcción participaron los maestros de obras y artistas más renombrados de Valencia en los siglos XVII y XVIII.

La herencia de un ilustre caballero valenciano

Don Cristóbal Roig*, ilustre caballero valenciano, antiguo Inquisidor Apostólico de Zaragoza y Chantre de la Catedral de Valencia, manifiesta en sus últimos años de vida la voluntad de fundar un monasterio cartujano en una antigua masía de su propiedad. Su muerte repentina impidió que pudiera hacer un testamento, pero antes pudo encomendar a su hermana y heredera, doña Elena Roig, la labor de promover ese monasterio.

Por ello, doña Elena Roig dejó la herencia de su hermano a la Orden Cartujana para que lo hiciese realidad. Tras su muerte en 1585, los cartujos tomaron posesión de la propiedad, creando una nueva cartuja bajo el nombre de Nuestra Señora de Ara Christi.

Un monumento majestuoso

El recorrido por la Cartuja comienza en la portería*, con dos bóvedas obras del cantero Josep Montada y de Conde Ortiz y Panes, respectivamente. A continuación, encontramos la iglesia, que cuenta con airosas bóvedas, seis capillas laterales y una impresionante cúpula, entre otros muchos elementos.

En el conjunto, destacan también la celda del prior y el claustro mayor, obra de Tomàs Mellado y de su yerno Gaspar Sancho; la sacristía o el refectorio, una de las piezas más espectaculares del complejo, entre otras tantas estancias y elementos a señalar.

Como hemos comentado anteriormente, los artesanos, artistas y maestros de obras más importantes de la época en Valencia trabajaron en el proyecto de construcción del monumento, dotando al conjunto de un gran valor y de una singular belleza.

Un entorno especial para eventos

La Cartuja de Ara Christi funciona en estos momentos como espacio para eventos, en especial de bodas. Así mismo, la Casa del Prior es un establecimiento hotelero para que los asistentes puedan hospedarse.
*Bibliografía
  • Elena Barlés Báguena, ‘Historia Constructiva de la Cartuja de Ara Christi (El Puig, Valencia) 1585-1835′ Artigrama: Revista del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza, Nº 17, 2002.
  • VV.AA., ‘Les cartoixes valencianes’, guía editada por los ayuntamientos de El Puig, Altura y Serra, 2003.